Hola chicos una semana más. Ya sé que aún faltan muchos meses (cinco concretamente), pero no me puedo resistir. ¡Tengo que hablaros de los Sanfermines! Que aunque quizás muchos de fuera penséis que empiezan el siete de julio, ¡no!, ¡no!, ¡comienzan el seis! Día en el que nuestra plaza del Ayuntamiento (tanto en este sitio web como en google maps podéis localizarla), se llena a rebosar de jóvenes saltando con un pañuelico rojo en la muñeca y vestidos con pantalón y camisa blanca. Aclaración: la plaza es mucho más pequeña de lo que parece en la tele.
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Fuente web de mira hoteles |
Según he encontrado en este blog, hay diferentes teorías sobre el porqué de esta forma de vestir en San Fermín.
Por un lado afirma que Emilio Salvatierra Riesco atribuye el origen de esta costumbre a la antigua peña pamplonesa, La Veleta. Ya que según él, fue ésta la primera en "vestir camisa y pantalones blancos, pañuelico, faja roja y alpargatas con cintas rojas". Por otra parte según el mismo blog, también se dice que algunos miembros de La Veleta eran pintores, y que tenían más a mano la ropa blanca que el común de los pamploneses. Otros en cambio, afirman que el pañuelo rojo representa la sangre que a San Fermín le caía del cuello al ser degollado.
También os puede valer este apunte: las peñas sanfermineras se ponen en la cintura el llamado blusón (especie de chaqueta muy fina). Cada una de un color y/o dibujo distinto (aunque la peña Aldapa no lleva). El blusón negro, que es de la peña Irrintzi está muy de moda entre los jóvenes pamploneses desde hace muchos años, no por simpatía hacia esa peña, sino porque se puso de moda y se volvió tradición. Realmente es un adorno porque no protege mucho del frío (sí, en Pamplona puede hacer mucho frío en una noche de pleno julio).
Pero ¿quién era San Fermín?, según esta guía sanferminera: en la época romana, cuando Pamplona aún era conocida como Pompaelo, en el siglo III, ese santo era hijo del senador Firmo, quien gobernaba nuestra capital.
A partir de entonces, Fermín empezó a adentrarse en la religión. Aprendió sobre ella y el arte de predicar, hasta que con 18 años fue llevado a Tolosa, donde fue ordenado sacerdote. Después de seis años predicando y divulgando su mensaje por Navarra y sobre todo en Francia, se convirtió a los 24 años en obispo. Pero su oposición al cristianismo le causó problemas y fue encarcelado. Es entonces cuando, con 31 años, Fermín se negó a dejar de predicar y fue decapitado.
Así que como veis San Fermín no sólo es alcohol y salir de marcha, también tiene su lado religioso, aunque la verdad, no hace falta creer en ninguna religión para disfrutar de una fiesta sin que gire todo en torno al alcohol, a mí por ejemplo, el baile de los gigantes y los fuegos artificiales me encantan.
¡Aquí os dejo un vídeo del chupinazo de hace dos años! Fue subido por catenachotv. ¡Hasta la semana que viene!
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